Me calentaste el invierno - escrito en 07.08.2007

Pedro,
Cuántas veces intenté escribir nuestra historia con el deseo de no olvidar lo bonita que fue y no lo pude hacer. Y ahora, así sin más, me vino una inspiración y he escrito lo que encontrarás en seguida. Son las palabras más sinceras de mi corazón que escribo para ti, mi querido.
Tú me quitaste la soledad, me calentaste el invierno, me hiciste enamorarme aún más de Madrid. Tú me deseaste como siempre quise ser deseada, hiciste el amor conmigo con tanta intensidad que casi me llevaste a las estrellas. Tú me cuidaste.
Conociste los más grandes secretos de mi alma, compartiste mi dolor más profundo y lloraste mi llanto más desolado. Nuestras almas estaban conectadas, nuestros corazones desesperados de amor y nuestros cuerpos aturdidos de deseo.
Yo no supe controlar mis sentimientos, me sentía débil, tenía baja auto estima y creo que terminaba exigiendo de ti la cura para mis frustraciones académicas y profesionales. No sé lo que pasó con nosotros. Creo que de verdad somos incompatibles, tenemos diferencias muy importantes y no estamos hechos uno para el otro. Pero, fui muy feliz a tu lado.
Cuando me dejaste estuve al borde del desespero. Ahora miro hacia atrás y de verdad no sé como lo he superado. Sufrí mucho, sentí la soledad más profunda de mi vida, era como si no tuviera nada más.
Una vez más fui fuerte. Busqué mis fuerzas que nunca dejé de creer que existían y volví a ser yo misma. Volví a estar con mis amigos, a disfrutar los pequeños placeres y logré mi éxito profesional. Me enamoré de la vida de nuevo.
Pero aún así no hubo un día en el que no haya pensado en ti. Cuando todavía me dolía el corazón, peleaba con mis memorias y las ahuyentaba. Ahora me permito recordármelo todo. De cada vez que hicimos el amor, de cada mañana que me desperté a tu lado, los desayunos, las películas, los porros, nuestro viaje…
Y todo lo que pienso es en lo afortunados que fuimos nosotros por encontrarnos así, con el corazón escancarado, listos para dejar el amor absorbernos.
Cuando me buscaste por primera vez después de nuestra última conversación y me dijiste que quería quedar, me enfadé muchísimo contigo. Creía que no tenías el derecho de venir a por mí después de que yo salí de tu casa llorando de desespero porque me habías dejado.
Pero ahora las cosas han cambiado. Pedro, me voy de Madrid para no más volver. Tú estás en Argentina y cuando vuelvas tendremos apenas un mes antes de que yo me vaya para siempre. No sé si vamos a volver a vernos después que yo me vaya.
Y por eso he decidido escribirte, para decirte que tu eres parte de mi vida. Te voy a llevar conmigo siempre como un maravilloso recuerdo de un maravilloso año que he vivido en esa ciudad increíble que es Madrid.
Haz contacto conmigo cuando vuelvas. Vamos a quedar, sí! Pero ahora de verdad, vamos a aprovechar el tiempo que tenemos para cultivar esa amistad que ahora estoy lista para encarar.
No te preocupes conmigo, estoy muy feliz y en paz con la decisión que he tomado. Y no te asustes con todo eso, solo quería abrir mi corazón para ti y decirte lo importante que eres para mí.
Vuelve pronto.
Te quiero.